Nos encantan las versiones. Nos encanta etiquetar y acotar temporalmente casi todo. Marcar los cambios de era. Quizás sea una forma clara de recordarnos que las cosas cambian y, en determinados aspectos, evolucionan. La telefonía móvil y sus ya cinco generaciones, las tres versiones de la Web…
No, no pienses que sólo se acotan temas recientes. La Industria también ha sido versionada varias veces. Sus puntos de inflexión, las denominadas Revoluciones Industriales, son cuatro. Desde la primera —hace casi tres siglos— la conocida como Revolución Industrial, hasta la actual, la cuarta, ha cambiado mucho prácticamente todo.

Industria 4.0. Transformación Digital de la Industria
La cuarta Revolución Industrial se conoce como Industria 4.0 —término acuñado por el gobierno alemán— y se utiliza para describir un nuevo modelo de industria. Una industria formada por fábricas inteligentes que presentan procesos de fabricación informatizados y altamente interconectados.
Como siempre, el contexto es la clave. Si hacemos una fotografía de los últimos 20 años, podemos ver que en la industria de los noventa, el precio era el factor determinante—prácticamente el único— y fue el factor que aceleró la deslocalización de fábricas hacia países con condiciones económicamente favorables, como China. Años difíciles para la industria Europea, impotente en su intento de competir en precio e incapaz de aplicar economías de escala para afrontar los retos que exigía el mercado global.
La tendencia está cambiando. Por un lado, los costes de producción en esos países se ha triplicado en poco más de ocho años y su tendencia sigue siendo alcista. Este hecho, disminuye en gran medida el gap de los costes de producción entre esos países y Europa. Por otro lado, los consumidores, como tú y como yo, demandamos productos más personalizados, con mayor inmediatez y con el menor impacto social y medioambiental.
Han llegado tiempos donde, a parte del precio, valoramos la personalización, inmediatez y sostenibilidad.
Según Forbes, el sector industrial en España ha crecido un 1,8% en el primer trimestre del 2015, triplicando la contribución del sector servicios.
Pero, ¿Qué rasgos definen la Industria 4.0?
La creación de valor a través de la información.Una industria que pese a tener una componente tecnológica muy grande está más humanizada que nunca. La Innovación apoyada en tecnología y en nuevos modelos.
- La robótica colaborativa y los sistemas ciberfísicos (CPS), entendidos como tecnologías informáticas y de la comunicación incorporada en todo tipo de dispositivos, dotándolos de “inteligencia”, con la proliferación de diminutos ordenadores con sistemas embebidos en la fabricación y enormes funcionalidades para procesamiento de información.
- La inteligencia artificial y más en concreto, el Machine Learning, son piezas clave que se apoyan, entre otras, de la visión inteligente y la realidad aumentada.
- La fabricación aditiva o por capas, fundamental en esta nueva industria, por su alta eficiencia frente a técnicas tradicionales como el prototipado convencional.
- Asimismo el “Big data” que, en términos de negocio, abre nuevas oportunidades basadas en la toma de decisiones sobre grandes cantidades de datos heterogéneos, permitiendo la optimización de los procesos, del servicio postventa y del mantenimiento, con su correspondientes aumento del ROI del negocio.
- El “IoT” en la industria, aporta mayor protagonismo a las personas cuyo diseño gira en torno a ellas.
La industria humana del futuro
En el último Encuentro de Telecomunicaciones y Economía Digital, #telco29, organizado por Ametic, Alfonso Ganzábal, Director de Innovación y Desarrollo de Negocio de Sisteplant defendía el marcado carácter humano de la Industria 4.0. Sisteplant, uno de los líderes en el sector de la ingeniería industrial, destaca cinco aspectos que definen la llamada Fábrica del Futuro:
- Estrategia industrial. La Fábrica del Futuro es una fábrica laboratorio, “La fábrica hoy es un banco de ensayos para mañana”.Tecnologías como la realidad aumentada, favorecen este hecho.
- Tecnología de fabricación y TICs inteligentes. Es imprescindible adoptar capacidad de simulación y de modelización a través de las TIC, que auto-aprendan y generen un conocimiento no empírico, dejando a las personas cerrar el lazo de las decisiones. El trabajo colaborativo personas-máquinas, no es difícil de lograr (eso es el 4.0); son “Movimientos y acciones sincronizadas wireless”. Lo que es más difícil y decisivo es interaccionar personas – tecnología en el campo del conocimiento distribuido.
- Módulo de organización y personas. En la Industria 4.0 la “persona tecnológica y humana” es el eje de todo y para ello, la clave es distribuir la inteligencia tecnológica a través de toda la cadena, hasta el último eslabón. Todos siendo líderes de la evolución de cada área, con el apoyo de las TICs.
- Flujo de ideas y habitabilidad. Es clave garantizar un lay-out y operativa que facilite el flujo de ideas que tiene un “ensamblaje final” en un Aula-Laboratorio que genera y mantiene operativos unos ciclos de Mejora Radical auto-sostenidos.
- Resultados económicos diferenciales. Según el informe de Sisteplant, mediante la creación de un flujo de valor (innovación que el mercado paga con un precio diferencial) generalizado en diseño e industrialización, pueden incrementarse el margen y la rotación en un 5-10% en 3 años,mejorando el ROI en aproximadamente un 10-20% en ese período.
Los países que lideran, por el momento, la industria 4.0 son Alemania y Estados Unidos. La industria española debe unirse a esta revolución ya que quien no invierta se quedará fuera y eso afectará a su competitividad.
Es el momento, tienes la oportunidad de liderar esta revolución y salir fortalecido de ella.
Fotografía Factory Girl de Lewis Hine.
Infografía de Accenture.