Llegan nuevos tiempos en el ámbito de las formas de pago y una de los debates que más fuerza toma es: Formas de pago ¿Revolución o Evolución?
Por definición, Revolución es un cambio drástico, súbito y violento, una ruptura del orden establecido en el estado anterior de las cosas. En cambio, evolución es la acción de desarrollarse pasando gradual y progresivamente de un estado a otro.
En su Keynote del 9 de septiembre de 2014, Apple presentó un nuevo servicio de pago móvil al que presentó como Apple Pay.
2015 se presentaba como el año del despegue del contactless mobile payment y Apple Pay parecía posicionarse como la gran Opción. ¿Sería el primer paso para ese esperado despegue? Más de dos años después de su presentación, el 1 de diciembre de 2016, llega a España de la mano del Banco Santander como representante en banca. Otros actores que se apuntan son American Express, Ticket Restaurant y Carrefour, que también permiten su uso como forma de pago.
Pero, ¿Por qué el Banco Santander? En el momento de la presentación del acuerdo, el Santander presenta casi tres millones de clientes digitales, de los cuales, 1,3 millones acceden a través del móvil habitualmente y casi un 30% de ellos lo hace a través de un iPhone (Frente al 10% de la población en España).
Nada como tirar de archivo e ir a estudios e informes, avalados por grandes consultoras, para hacer un repaso del estado del arte de esta tecnología que, sin lugar a duda, está siendo una de las grandes palancas de la transformación digital de la ‘banca’ y, en particular, de los medios de pago que demandan cada vez más los usuarios. En España ya hay más de 800.000 terminales Apple compatibles con Apple Pay, lo que supone aproximadamente un 10% de la población de smartphones.
PYMNTS.com/InfoScout 2016 realizó una consulta sobre la frecuencia de uso de Apple Pay en 2016.
La dificultad de la implementación de la propuesta de Apple, dentro de este nuevo paradigma de pago, parece radicar en el gran número de interdependencias que, hasta el momento, está limitando su capacidad para obtener la masa crítica. Principalmente son dos los aspectos que parecen dificultar ese lanzamiento. Por un lado, está la parte de usuarios que necesitan un iPhone y tener activado Apple Pay. En España aproximadamente un 10 por ciento tiene un iPhone y —según pymnts.com— solo el 3 por ciento de los usuarios con un iPhone 6 afirman haber activado Apple Pay —. Por otro lado, en lo que se refiere a los comercios, deben tener asumida la infraestructura NFC y adaptarla a este nuevo modo de pago.
En este sentido, Deloitte estimaba en su informe de2015 Technology, Media & Telecommunications, que a finales de 2015, 33 millones de los 650 millones de terminales con NFC utilizarían al menos una vez al mes para realizar pagos “contactless” en tienda física.
Pese a todo, parece que estamos en un entorno de evolución que se acelerará, según las previsiones, en los próximos meses.
¿Conseguirá Apple Pay cumplir el sueño de Tim Cook de una sociedad sin dinero en efectivo? A corto plazo, parece complicado…